¿PROCRASTINACIÓN QUE ES?
Podemos definir procrastinación como el hábito de posponer tareas que debemos hacer para sustituirlas por otras de menos importancia o por dedicar ese tiempo a ver las redes sociales o algún programa de televisión.
La procrastinación no es más que una forma de inconsistencia temporal: la preferencia inconsciente por la gratificación inmediata por sobre una potencial recompensa futura. Aunque sepas que no debes que procrastinar porque tienes que hacer algo, es más tentador hacer algo ahora y sentir una gratificación inmediata que trabajar con un objetivo a largo plazo.
Todos hemos aplazado o dejado alguna tarea para después, ya sea por cansancio, desinterés o por qué luce algo aburrido para hacer en ese momento; pasan cinco minutos y comenzamos a revisar el teléfono, hablar con amigos, jugar videojuegos, etc.
Diversos estudios demuestran que la procrastinación afecta los ámbitos académicos, niños y jóvenes son los más propensos a desarrollar esta conducta, ya que tienden a demorar sus tareas o responsabilidades, afectando de esta manera su desarrollo escolar y su aprendizaje.
También se observa que la procrastinación genera ansiedad afectando tus conductas, pensamientos y motivaciones y esto puede generar malestar e insatisfacción.
La procrastinación también es capaz de afectar la salud física, algunas investigaciones han relacionado un estado enfermo en salud con el retraso de pedir ayuda médica ante algún malestar o empezar un tratamiento, donde el miedo a saber el diagnóstico atrasa un tratamiento y la posibilidad de obtener un resultado más eficaz.
La procrastinación se puede enfocar de una manera positiva, lo cierto es que, en general, procrastinar es un enemigo de tu productividad y te impide aprovechar todo tu potencial.
10 consejos para combatir la procrastinación
UTILIZA LA REGLA DE LOS DOS MINUTOS
Esta regla es muy clara y establece que si estás planificando una acción que se puede hacer en menos de dos minutos, no la planifiques; hazla. Puedes extender ese tiempo a 5 o 10 minutos. Si haces de esta regla un hábito, habrá una multitud de tareas que no vas a tener la oportunidad de posponer.
DA UN PEQUEÑO PRIMER PASO
Si temes a una tarea por el motivo que sea, plantéate solo trabajar 5 minutos y dejarlo. Cuando empiezas a trabajar el miedo se desvanece y coges inercia para continuar y terminar el trabajo. Al dar el primer paso vences esa resistencia y empiezas a ver de otra manera cosas que antes te parecían imposibles. Dejas de pensar y hazlo.
CONÓCETE A TI MISMO
Reflexiona acerca de como la procrastinación está afectando tu productividad y cómo esto puede afectar negativamente el desempeño de tus actividades diarias. Es conveniente que identifiques los hábitos que pueden estar provocándola y trates de evitarlo al máximo.
HAZ SEGUIMIENTO DE TU TIEMPO
Anota en algún sitio que tareas realizas cada día y cuanto tiempo has dedicado a cada una, al anotar tu tiempo creas un compromiso interno que te hace ser más responsable con respecto a como lo utilizas.
TRABAJA EN AMBIENTES PRODUCTIVOS
El ambiente de trabajo influye en nuestra productividad. Procura que tu espacio de trabajo tenga una buena iluminación y/o una planta sobre el escritorio, son cosas que te ayudan a crear un ambiente inspirador. Evita aquellos que puedan distraerte de tus actividades diarias o que influyan de manera negativa en tu estado de ánimo.
ELIMINA LAS DISTRACCIONES
Las cosas se complica cuando trabajamos desde un ordenador con conexión a Internet, pues las distracciones se encuentran a solo un clic. La búsqueda de una solo palabra o imagen puede transformarse en una búsqueda interminable que puede emplear varias horas de nuestro valioso tiempo. Además, las redes sociales juegan un papel importante en este tema.
TRABAJA TUS HÁBITOS
Si te conoces a ti mismo y averiguas por qué aplazas constantemente cierto tipo de tareas, podrás cambiar tus hábitos y encaminarlos hacia una menor procrastinación y una mayor productividad.
APRENDE CONSTANTEMENTE
Si quieres mejorar tu desempeño, además de mantenerte ocupado en algo que realmente vale la pena, comienza por aprender todo lo que puedas, toma cursos, lee, especialízate, estudia un postgrado, experimenta y no tengas miedo de fallar. Fallar no siempre es malo, en ocasiones aprendemos más de nuestros errores que de nuestros éxitos.
NO SEAS TAN DURO CONTIGO MISMO
A pesar de todo lo anterior, llevar un ritmo de trabajo tan estricto tampoco es bueno. Estar ocupado no permite que nuestra creatividad, entre otras habilidades, se desarrolle adecuadamente. La clave está en saber balancear nuestro tiempo para poder realizar todas las actividades del día y aún tener tiempo para nosotros mismos o para salir a tomar un café con los amigos.
TOMA DECISIONES
Muchas veces vas aplazando una tarea inconscientemente, simplemente porque no te paras a pensar en ella. Dedica un par de minutos para aclarar qué significa realmente esa tarea y toma una decisión al respecto. Puede que decidas demorarla de una manera racional, en cuyo caso no estás procrastinando y no te sentirás mal por ello.
Y ya hemos terminado
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