Cuanto necesitas tener ahorrado para empezar a invertir

Ahorrar demasiado puede ser un lastre para hacer crecer tu libertad financiera, igual que invertir demasiado pronto o asumiendo demasiado riesgo puede exponer tus finanzas personales al desastre. Como siempre, la clave está en la mesura, en saber cuándo dar el paso definitivo para empezar a invertir y qué cantidad necesitas como red de seguridad para tu economía.

Qué es un buen colchón financiero antes de invertir

Seguro que has escuchado alguna vez que solo debes invertir el dinero que no necesites o que puedas permitirte perder. Es una forma de hacerte consciente de los riesgos que tiene toda inversión y de la necesidad de no hacerlo con los primeros ahorros que seas capaz de juntar.

En otras palabras, ahorra cuando no tienes un colchón financiero e invierte cuando lo hayas creado. Así de simple.

De esta forma, si tus inversiones no van como tú quieres, contarás con recursos para hacer frente a imprevistos.

La siguiente pregunta lógica es cuál debería ser el tamaño de ese colchón para imprevistos o cómo calcular el ahorro que necesitas juntar.

Cuanto es recomendable ahorrar antes de empezar a invertir

¿Existe una cantidad que deberías juntar para poder invertir asumiendo riesgo? La cifra exacta depende de ti, de cómo de grande quieres que sea tu red de seguridad, de tu situación profesional y también de tu edad.

A fin de cuentas, no es lo mismo una persona con 20 años que otra con 40 o un autónomo y un empleado. Los cuatro tienen necesidades diferentes y requieren de una protección distinta.

En cualquier caso, la regla de oro es muy sencilla: crea un colchón económico de por lo menos seis meses de tus gastos fijos antes de invertir.

Recuerda que ese dinero servirá para pagar imprevistos sin tener que endeudarte o cubrir tus gastos más inmediatos si, por ejemplo, te quedas sin trabajo.

A partir de ahí, puedes estirar la cifra, lo que consideres oportuno y también reducirla, aunque esto último no te lo recomiendo.

Tu situación personal y edad marcarán la decisión final. Si necesitas un colchón mayor, pero sabes de la importancia de invertir a largo plazo por el interés compuesto, puedes ajustar tu perfil de riesgo para maximizar la cantidad invertida. Dicho de otra forma, invertir una parte de tus ahorros en productos conservadores para que, por lo menos, logren batir la inflación, tu verdadero enemigo.

Eso sí, cuidado con ser demasiado cauto con todas tus inversiones. Es uno de los errores más repetidos al invertir.

¿Se puede ahorrar e invertir al mismo tiempo?

Esto es algo parecido a lo que ocurre cuando te planteas si es mejor ahorrar o pagar deudas o, todavía más pegado al caso actual, qué debes hacer antes, invertir o pagar tus deudas.

¿Es posible invertir mientras construyes tu fondo de inversión? Ahorro e inversión son 100% compatibles y uno no es excluyente del otro.

La clave para ahorrar e invertir al mismo tiempo es tu punto de partida. Por un lado, el ahorro que tengas acumulado y por otro, tu capacidad de ahorro.

En función del ahorro que tengas de partida

Por ejemplo, si cuentas con tres meses de tus gastos fijos ahorrados como colchón financiero, puedes empezar a destinar una parte de tu presupuesto mensual a inversión. El porcentaje concreto dependerá de tu preferencia y tu capacidad de ahorro.

Esta estrategia hará que tardes un poco más en crear el fondo para imprevistos. A cambio, tu patrimonio crecerá más rápido por el interés compuesto y acelerarás en tu camino hacia la libertad financiera.

Como punto de partida, podrías empezar a invertir un 25% de tus ahorros todos los meses, siempre que tengas suficiente capacidad de ahorro. Si estás ahorrando 100 euros al mes, no tiene mucho sentido invertir solo 25 euros, aunque hay productos que te lo permitan.

 En ese caso, será mejor esperar o aumentar el porcentaje a invertir hasta un 50%, por ejemplo. Así concentras mejor tus esfuerzos y tus recursos.

En función de tu capacidad de ahorro

La segunda variable para invertir y ahorrar al mismo tiempo es la cantidad que ahorres cada mes.

Si ahorras un alto porcentaje de tu salario y/o una cantidad elevada, puedes compaginar ahorro e inversión prácticamente desde el principio. Lo idóneo es que siempre tengas por lo menos un mes de colchón.

A modo de ejemplo, imagina que puedes ahorrar 300 euros al mes, un 20% de tu salario. En este caso puedes destinar 200 euros al ahorro y 100 a la inversión hasta alcanzar los primeros 3 meses de tu colchón financiero y después el 50% a cada una de las partidas.

La ventaja de hacerlo así es que el interés compuesto hará crecer tu dinero invertido antes.

¿Y si tengo que usar el colchón de emergencia?

Lo que acabas de ver es la hoja de ruta general sobre cuánto dinero debes ahorrar antes de invertir y el momento de dejar de ahorrar para invertir.

Es un camino en el que puedes encontrarte con pequeñas piedras e imprevistos que harán que tengas que usar parte del dinero de emergencias. ¿Qué debes hacer entonces? Usar tu colchón financiero, que para eso cuentas con él.

Si se da el caso, deberás reponer ese dinero del fondo de emergencia. Hay dos formas de hacerlo si ya estás invirtiendo el 100% del dinero que ahorras.

  1. Ahorrar de nuevo un porcentaje del dinero. Es decir, dar un paso atrás y destinar al ahorro un porcentaje del capital que no gastas cada mes, algo que puede suponer un incordio si tienes tus finanzas automatizadas.
  2. Retirar de tus inversiones la cantidad que necesites y seguir con tu plan. Esta posiblemente sea la fórmula más cómoda.

Así es como volverás a llevar el equilibrio a tus finanzas entre el ahorro y la inversión.

Y eso es todo

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