Cómo elegir tu tarjeta de crédito

Abre tu cartera y mira cuántas tarjetas de crédito y débito tienes. Seguro que más de las que usas habitualmente. Fíjate en las carteras de tus amigos y verás que también rebosan de plásticos. De nuevo, seguramente serán más de las que necesitan y usan. Si quieres tener sólo lo que necesitas, debes saber cuántas tarjetas te hacen falta y cómo elegir tu tarjeta de crédito para no pagar de más.

Cuántas tarjetas hacen falta de verdad

Al margen de las tarjetas de fidelización de los supermercados y tiendas con las que acumulas puntos, la realidad es que basta con tener dos tarjetas y sólo una de ellas debería de estar en tu cartera. Se trata de la tarjeta de débito, que es la que debes usar en tu día a día.

También deberías tener una tarjeta de crédito, pero lo mejor es que la guardes en el cajón y la utilices sólo para las grandes compras. Y es que entre las ventajas de las tarjetas de crédito están los seguros que incluyen. Gracias a ellos conseguirás una protección adicional para tus viajes, compras en el extranjero y grandes adquisiciones como electrodomésticos, por ejemplo.

Es importante que te limites a ese uso si no quieres caer en los errores más habituales al usar tu tarjeta de crédito que socavarán tu situación financiera.

Cómo elegir tu tarjeta de crédito y débito

Ahora que ya tienes claro cuántas tarjetas necesitas de verdad, llega el momento de elegir cuáles serán. Lo más habitual es dejar las del banco en el que tienes domiciliada la nómina. Un secreto, no tiene por qué ser la mejor opción.

La primera alternativa que te puede pasar por la cabeza es tratar de ganar al sistema. Ten cuidado con maximizar las ventajas de tu tarjeta de crédito. Creer que eres el más listo puede salirte caro. Coger una con descuentos en tiendas o en gasolineras para ahorrar cada vez que compras no siempre funciona. Si eres como el 99% de los españoles terminarás gastando de más en algún momento. Además, también pagarás las costosas comisiones de las tarjetas de crédito por ‘prestarte’ dinero.

Por eso mismo, para elegir tu tarjeta de crédito busca una que tenga buenos seguros pero que, sobre todo, no te cueste dinero. En otras palabras, sin comisiones de mantenimiento ni de emisión. En caso de que tu tarjeta no te cobre por estos conceptos o si contratas una nueva, asegúrate de que la tarjeta no está en modo revolving.

Prácticamente todas las tarjetas de crédito se activan en modo revolving. Esto se aplica sobre todo a las que no están vinculadas a tu banco. Este sistema aprovecha el interés compuesto en tu contra. Para ello establece una serie de pagos mínimos mensuales y haciendo que, mientras, corran los intereses. Así perpetúa el dinero que debes al banco, que cada vez es mayor.

El modo revolving es uno de los trucos de los bancos para ganar más dinero de nosotros. Los bancos ganan dinero prestándonos dinero y cuanto más a largo plazo sea el interés, mucho más ganan de nosotros. Con el revolving el banco gana más porque pagamos más intereses.

Lo primero que hay que hacer es llamar al banco y pedir que elimine el modo revolving. En su lugar solicita que lo cambie por pago aplazado a un mes. De esta forma, pagarás el día que tú elijas de mes todo el gasto que hayas realizado y sólo te cobrarán comisiones si no hay dinero en la cuenta

Eso es todo por hoy

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