Cómo eliminar las comisiones de tu tarjeta de crédito

Comisiones y tarjetas de crédito son un matrimonio de conveniencia inseparable, pero existe una gran diferencia entre pagar las comisiones justas y pagar todas las comisiones que por defecto incluye tu tarjeta.

Si no sabes cuántas comisiones estás pagando te recomiendo que eches un vistazo al contrato de tu tarjeta de crédito. No te asustes cuando veas la cantidad de comisiones y gastos ni la cuantía que pueden llegar a cobrarte.

En este artículo te voy a dar una hoja de ruta para eliminar las comisiones de tu tarjeta de crédito, pero antes de eso hay una cosa más importante que debes hacer: revisa el sistema de pago y si lo tienes la tarjeta en modo revolving elimínalo. Este es uno de los cinco fallos más repetidos con las tarjetas de crédito que puede hacerte pagar mucho dinero al banco sin que te des cuenta.

Una vez hayas cambiado el método de pago por el pago aplazado a final de mes puedes empezar a pelear las comisiones que tu banco te está cobrando por la tarjeta. Esto es lo que debes hacer.

Pon nombre y apellido a las comisiones

Apunta en un papel cada comisión que quieres eliminar y cuánto te cuesta al año. Para empezar puedes ir a por la comisión de mantenimiento o emisión.

Crea competencia, busca alternativas en el mercado

Encuentra una tarjeta de otro banco que no cobre esa comisión que quieres eliminar. Te servirá para demostrar que tienes otras alternativas a su tarjeta y que esa comisión es algo que te preocupa. Puedes usar comparadores como Kelisto, Rastreator o iAhorro para ver la oferta que hay en el mercado.

Llama a tu banco

Todavía no vayas a tu oficina. Es más fácil conseguir tu objetivo con los servicios de atención telefónica que en la propia oficina. Por un lado, tienden a ser más ágiles en la resolución de problemas y, por otro, los empleados de la sucursal están más acostumbrados que tú a negociar cara a cara, donde el trato humano es clave.

En la llamada debes exponer claramente el problema y hacerte valer como cliente. Para ello sigue este guión .

Explícales que estás contento con el banco y con el trato que te ofrecen, pero que “de verdad” (usa ese término concreto) quieres eliminar esa comisión que te está costando XX euros al año.
Pon como ejemplo la tarjeta alternativa que has encontrado sin comisión. Quieres las mismas condiciones. Esta técnica de negociación se llama anchoring y con ella estás poniendo en la cabeza de la otra persona una cifra que se convertirá en su referencia.
Recuérdales que eres un buen cliente. Ponte en valor con tu antigüedad, nómina, hipoteca, historial de pagos…
En este punto la persona al otro lado de la línea te dirá que es imposible atender tu petición con una frase como “entiendo lo que me pide, pero no podemos eliminar esas comisiones”. No es cierto. Todas las comisiones se pueden negociar y adaptar según el interés que tenga el banco en el cliente. Si algo hacen bien las entidades financieras es usar sus datos para saber qué perfil de cliente les interesa y hasta dónde están dispuestos a llegar por él. Por eso mismo insiste en que te gustará que te quiten las comisiones (no te gustaría, te gustará).

Insistir también es un arte y para hacerlo sin llevarte una negativa debes hacer estas dos cosas:

Evita preguntas que se puedan responder con un sí o un no. Nunca digas frases como “¿Pero de verdad no pueden quitarme esa comisión?” o “¿No hay nada más que pueda hacer?”
Utiliza preguntas que les traslada a ellos la responsabilidad de resolver el problema y además les permites quedar bien ayudándote. Dos buenos ejemplos serían “Yo quiero seguir con ustedes, ¿cómo pueden hacer para igualar las condiciones que me han ofrecido?” “De verdad que me gustaría que me eliminaran esta comisión ¿qué puedes hacer para ayudarme?”.
En caso de una nueva negativa, pide hablar con un superior o un responsable. Es muy fácil que no puedan pasarte con él, pero tampoco podrán colgarte (ningún operador puede finalizar la llamada, debe de ser el cliente el que lo haga). En este punto una de las alternativas más comunes es la de pasar la queja al departamento correspondiente. Si lo hacen, anota el nombre de la persona que te atendió y su número de identificación, así como la hora de la llamada. Además, pídele que te diga qué día se podrá en contacto contigo el departamento correspondiente. Si no lo hacen, llama de nuevo.

Lo más normal es que consigas tu objetivo en esa llamada o en la segunda. Si no es así, habrá llegado el momento de acudir a la oficina. Al hacerlo, pide hablar director. Recuerda que eres importante para el banco y que no quieres volver a tener que esperar a que la persona que te atienda busque permiso para eliminar esa comisión.

Durante la conversación repite el guión anterior y sé asertivo. Nunca pierdas de vista tu objetivo ni que todas las comisiones son negociables. El banco tiene claros sus números y si eres importante para ellos estarán dispuestos a quitarte esa comisión.

Y eso es todo

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